La ciudad de Pau es la puerta de entrada y el gran balcón de la cara norte de los Pirineos. Un lugar para callejear entre elegantes mansiones inglesas, palacios, parques y jardines. Aquí nació Enrique IV de Francia y III de Navarra (1553-1610), quien conservó como residencia el castillo de la población, construido en el siglo XIV y embellecido con jardines posteriormente.
Esta localidad de 81.000 habitantes es la puerta norte de los Pirineos, una ciudad de parques y calles estrechas flanqueadas por palacios. El monumento principal es el castillo, residencia de reyes desde el siglo XIV, situado frente al río Gave de Pau, donde hoy se practica ráfting y piragüismo.
Si viajar le gusta, no pierda la oportunidad de visitar esta ciudad. La distancia que le separa de su casa rural son unos 170 km que bien merecen la pena recorrer.