El Castillo de Loarre es una de las fortalezas mejor conservadas de Europa y uno de los grandes tesoros del patrimonio cultural de Aragón. Este castillo ha sido escenario de películas, refugio de monjes y parte de la historia del Reino de Aragón. Pero más allá de su imponente aspecto, tiene sus secretillos, leyendas y algún que otro dato que lo convierten en una visita imprescindible. Hoy, os contamos todas las curiosidades del Castillo de Loarre que probablemente no conocías, para que tu visita (o tu lectura) se llene de sorpresas.
14 curiosidades del Castillo de Loarre
1. Es el castillo románico mejor conservado de Europa
Cuando se dice que el Castillo de Loarre es «el mejor conservado», no es una exageración. Aunque hay fortalezas románicas repartidas por distintos puntos del continente, pocas han resistido tan bien el paso del tiempo sin haber sido reconstruidas por completo. La estructura que hoy vemos mantiene una autenticidad casi intacta desde hace casi mil años.
A diferencia de otros castillos donde las partes originales se mezclan con añadidos modernos, en Loarre puedes pasear por pasadizos, torres y murallas que son prácticamente las mismas que los soldados medievales recorrían en el siglo XI.
2. Fue construido por orden del rey Sancho III el Mayor
Pocos saben que la historia de este castillo comenzó en torno al año 1020, cuando el rey navarro Sancho III el Mayor ordenó su construcción como bastión defensivo frente a los musulmanes. Su ubicación no fue aleatoria: desde sus almenas se dominaba visualmente gran parte de la Hoya de Huesca.
Más tarde, su hijo Sancho Ramírez, ya como rey de Aragón, amplió el castillo y le dio funciones religiosas y estratégicas. Así comienza el vínculo entre el castillo de Loarre y la historia del Reino de Aragón, que se mantendría durante siglos.
3. Tiene pasadizos secretos
Uno de los detalles más llamativos es que existen varios pasadizos ocultos en su estructura. Algunos conectan las distintas torres; otros conducen a zonas de vigilancia o incluso a salas hoy en desuso.
Estos pasadizos servían tanto para la defensa como para el refugio de los monjes que allí vivían. Se cree incluso que algunos fueron diseñados como rutas de escape en caso de asedio.
4. Su planta tiene forma de “diente de sierra”
Al observarlo desde el aire, notarás que la planta del castillo tiene una forma muy particular, como de “diente de sierra”. Esta elección arquitectónica no fue decorativa: respondía a una lógica militar, permitiendo que los soldados defendieran el castillo desde distintos ángulos y esquinas sin exponerse demasiado. Esta estructura hace que Loarre sea considerado un ejemplo de arquitectura militar avanzada para su tiempo.
5. Dentro del castillo se encuentra una iglesia
Sí, no hace falta salir del castillo para encontrar un lugar de culto. La iglesia de San Pedro, en el interior del recinto, es un bello ejemplo del románico lombardo. Aunque hoy esté desprovista de decoración, sus muros y bóvedas transmiten una solemnidad inconfundible.
Este espacio demuestra que el castillo de Loarre no solo fue una fortaleza, sino también un monasterio y centro espiritual para la orden religiosa que lo habitaba.
6. Fue declarado Monumento Nacional en 1906
Aunque hoy es un atractivo turístico de primer orden, no siempre fue así. Durante siglos, el castillo fue quedando en el olvido hasta que a comienzos del siglo XX fue reconocido su valor patrimonial.
Gracias a la declaración de Monumento Nacional en 1906, comenzaron las primeras labores de conservación y restauración, lo que permitió evitar su ruina y mantenerlo como lo vemos hoy.
7. Fue escenario de la película “El Reino de los Cielos”
¿Te preguntas qué película se rodó en el castillo de Loarre? Pues una de sus curiosidades más modernas es que Ridley Scott eligió Loarre como uno de los escenarios principales para su superproducción El Reino de los Cielos (2005), protagonizada por Orlando Bloom.
Gracias a su aspecto medieval bien conservado, no fue necesario usar demasiados efectos digitales. El equipo de producción utilizó el castillo casi tal como es, lo que impulsó su fama internacional.
8. Tiene una “cripta milagrosa”
La cripta de Santa Quiteria, situada en el subsuelo del castillo, tiene un ambiente misterioso. Pero no solo es llamativa por su arquitectura: cuenta la leyenda que durante siglos tuvo fama de lugar milagroso.
Se decía que dormir en la cripta ayudaba a curar enfermedades o tener sueños reveladores. Aunque hoy es solo un rincón oscuro y silencioso, sigue despertando la curiosidad de los visitantes más místicos.
9. Sus muros tienen inscripciones medievales
Paseando por algunas estancias del castillo, es posible encontrar marcas grabadas en piedra por los constructores. Algunas son símbolos religiosos; otras, marcas de cantero. En ciertos puntos, incluso se han identificado inscripciones con nombres y fechas. Algunas inscripciones siguen sin descifrar por completo.
10. Se cree que albergó el Santo Grial
Como muchas fortalezas medievales, el Castillo de Loarre no ha escapado a las leyendas. Una de las más conocidas lo relaciona con el Santo Grial. Algunos investigadores sostienen que, debido a la presencia de órdenes religiosas y a su aislamiento, el castillo pudo ser uno de los escondites temporales del cáliz sagrado. No hay pruebas definitivas, pero la idea ha alimentado novelas, documentales y mucha imaginación de la gente.
11. Tiene una de las mejores vistas de Aragón
Desde lo alto de sus torres, la vista de la Hoya de Huesca es simplemente espectacular. En días despejados se puede ver incluso hasta Zaragoza. Este mirador natural fue, en su día, una ventaja estratégica militar… y hoy un regalo para los fotógrafos y amantes del paisaje.
Esa combinación de piedra antigua y horizonte abierto es difícil de encontrar en otro sitio.
12. Lo rodea una muralla con torreones circulares
La muralla que envuelve el castillo cuenta con nueve torreones semicirculares, que le dan un aspecto casi de fortaleza de cuento. Esta estructura exterior se añadió en el siglo XIII, como refuerzo defensivo frente a nuevas amenazas.
Los torreones permitían una vigilancia perimetral constante y también servían para lanzar proyectiles en caso de ataque. Hoy son uno de los grandes atractivos del recinto.
13. Ha sido objeto de estudios arqueológicos recientes
A pesar de llevar más de mil años en pie, el Castillo de Loarre sigue siendo objeto de investigación. En los últimos años, distintas campañas arqueológicas han sacado a la luz nuevas estancias, restos de antiguos caminos y herramientas medievales. Esto demuestra que aún hay mucho por descubrir sobre este lugar, y que su valor no se limita al turismo.
14. Es el castillo más visitado de Aragón
No es de extrañar que, con tanta historia y belleza, el Castillo de Loarre sea el más visitado de todo Aragón. Cada año lo recorren decenas de miles de personas, desde turistas nacionales hasta visitantes extranjeros que llegan atraídos por su fama.
El castillo, además, forma parte del recorrido turístico “Reino de los Mallos”, junto a enclaves como Riglos o Agüero, lo que potencia aún más su atractivo.
Más información sobre el Castillo de Loarre
Historia del Castillo de Loarre resumida
El castillo de Loarre y su historia están estrechamente vinculados al nacimiento del Reino de Aragón. Su origen se remonta al siglo XI, cuando el rey Sancho III lo mandó construir como una fortaleza fronteriza para avanzar sobre los territorios musulmanes.
A lo largo de los siglos, el castillo fue ampliado y utilizado como enclave militar, pero también como monasterio. Su mayor esplendor llegó con Sancho Ramírez, que reforzó su papel religioso al establecer una comunidad de canónigos. La iglesia románica que alberga es una de las joyas del conjunto.
Durante la Edad Media, el castillo fue quedando progresivamente relegado frente a nuevas fortalezas construidas en zonas más accesibles. Sin embargo, su ubicación lo libró de muchas destrucciones y guerras, lo que ayudó a preservar su estado.
Cómo llegar
Si te estás preguntando dónde está el Castillo de Loarre, se encuentra en la provincia de Huesca, a solo 30 kilómetros de la capital, en un entorno natural impresionante.
Para llegar en coche desde Zaragoza o Huesca, puedes tomar la A-23 y desviarte hacia la carretera A-1206 dirección Ayerbe. Desde ahí, sigue las indicaciones hasta Loarre. El castillo está bien señalizado y cuenta con aparcamiento en la entrada.
Hay visitas guiadas disponibles todo el año, y también una pequeña cafetería y tienda de recuerdos. Si tienes tiempo, te recomendamos completar la excursión visitando el pueblo de Loarre, tiene una arquitectura muy tradicional. ¡Hasta la próxima!