El Valle de Pineta es uno de los secretos mejor guardados para los amantes del senderismo en el Pirineo. Este enclave natural ofrece una combinación perfecta de los mejores paisajes exuberantes con vistas panorámicas y una rica diversidad de flora y fauna. Hoy, te dejamos una selección de rutas que destacan por su belleza y por la experiencia única que ofrecen a quienes deciden adentrarse en esta zona.
Hay rutas para todos los niveles, así que, además de ser un destino ideal para los aficionados a las caminatas, el valle también se convierte en una excelente opción para aquellos que quieren descubrir rincones poco transitados en plena naturaleza. Con rutas que varían en dificultad y duración, es posible disfrutar tanto de recorridos cortos y accesibles como de travesías que pondrán a prueba tu resistencia.
6 rutas por el Valle de Pineta
1. Pineta a Llanos de La Larri (Dificultad baja)
Esta ruta es perfecta para quienes se inician en el mundo del senderismo o desean disfrutar de un paseo relajado en plena naturaleza. El recorrido comienza junto a la Ermita de la Virgen de Pineta, donde una senda se adentra rápidamente en un hayedo centenario. A medida que avanzas, los llanos de La Larri se abren ante ti, regalándote panorámicas de prados extensos donde se pueden ver rebaños pastando tranquilamente.
Durante este trayecto, se destacan vistas espectaculares de las paredes rocosas del valle y de las cimas conocidas como “las Tres Marías”. Este punto, además de ser un excelente mirador, permite apreciar el entorno natural en toda su magnitud, incluyendo la proximidad del collado de Añisclo y el macizo de las Tres Sorores. La bajada se realiza por una pista alterna que conduce a unas pequeñas cascadas, creando un ambiente de ensueño y convirtiendo la experiencia en una verdadera conexión con la naturaleza.
2. Faja de Tormosa (Dificultad media)
La ruta de la Faja de Tormosa es una opción ideal para aquellos que buscan un desafío moderado y panorámicas impactantes. Este itinerario se extiende a lo largo de 6 horas y transcurre por una franja situada a unos 2.000 metros de altitud, lo que permite disfrutar de vistas excepcionales del valle y de los imponentes picos circundantes.
El recorrido se inicia en una zona próxima al Parador de Pineta, siguiendo un camino claramente señalizado que transita por bosques y cascadas. Al cruzar el río y superar ligeros desniveles, la senda te lleva hacia una faja marcada por un espolón, desde el que se puede acceder a rutas alternativas que conectan con el Collado de Añisclo. La diversidad de paisajes – desde frondosos bosques hasta zonas rocosas y cascadas – hacen de este trayecto una experiencia completa de senderismo por la Pineta, en la que cada paso revela un nuevo detalle natural.
3. Circo de Pineta a Cascadas del Cinca y Balcón de Pineta (Dificultad media)
Esta ruta es una excelente opción para quienes desean combinar esfuerzo y recompensa visual. El sendero discurre por el circo de Pineta, permitiendo ascender entre senderos bien marcados y salvar un desnivel de aproximadamente 1.000 metros. Durante el recorrido, tendrás la oportunidad de admirar vistas espectaculares del valle, el imponente Monte Perdido, y la cresta que destaca el Pico de Pineta.
El itinerario se inicia dejando el vehículo en el Parador Nacional, donde se cruza un puente que marca el comienzo del sendero. A partir de ahí, la pista te conduce por un camino flanqueado por helechos y pequeños bosquecillos, hasta llegar a la zona de las cascadas del río Cinca. Si lo deseas, puedes optar por seguir la bifurcación que conduce directamente al Balcón de Pineta, donde las vistas se abren de manera sorprendente. Este trayecto es ideal para disfrutar de una ruta de dificultad media, en el que cada tramo ofrece un paisaje diferente y cautivador.
4. Lago de Marboré y Collado de Astazu (Dificultad media)
Si buscas una experiencia que combine elementos acuáticos con vistas de montaña, esta ruta es para ti. Partiendo desde el Balcón de Pineta, el camino te lleva hacia el oeste en dirección al Lago de Marboré. A lo largo de este tramo, el sendero bordea el lago por su margen izquierdo, pasando junto a vestigios de un antiguo represamiento que aporta un toque histórico a la travesía.
En el trayecto se encuentra la Brecha de Tucarroya, una pequeña grieta en la cresta proveniente del pico Astazu. Aquí, un refugio estratégico permite detenerse y disfrutar de una vista única del valle de Estaubé, extendiéndose hasta territorio francés. El ascenso al Collado de Astazu es algo exigente, ya que se debe transitar por una zona sin sendero definido, cruzando terrazas formadas por depósitos morrénicos. Una vez en la cima, se abre un panorama inigualable en el que se divisan monumentales cascadas – algunas de las más impresionantes de Europa – y picos que coronan la grandeza del paisaje pirenaico.
5. Balcón de Pineta (Dificultad media)
El Balcón de Pineta es, sin duda, uno de los miradores más espectaculares de la zona. Esta ruta de dificultad media, te conduce a un punto privilegiado desde el que se pueden observar las vastas extensiones del valle y la majestuosa sierra circundante. El recorrido comienza en el entorno del Parador de Pineta, donde se sigue un camino bien señalizado que atraviesa pequeños puentes y cruza el río Cinca.
La ruta se caracteriza por su variado trazado, que combina tramos en carretera con senderos en medio de exuberantes helechales y bosques. La subida final hacia el mirador es exigente, pero la recompensa es una vista panorámica que abarca cascadas, formaciones rocosas y la grandeza natural del paisaje. Esta ruta es perfecta para aquellos que deseen capturar fotografías memorables y disfrutar de un entorno en armonía con la naturaleza.
6. Collado de Añisclo (Dificultad alta)
Para los senderistas más experimentados y aventureros, el Collado de Añisclo representa el reto perfecto. La ruta se inicia a tan solo un kilómetro antes de llegar al Parador de Pineta, donde se señala el comienzo de este trayecto exigente. Tras cruzar el río Cinca, el camino se va marcando mediante hitos de piedra, integrándose posteriormente en el sendero de la GR11 que recorre las faldas de las montañas.
El ascenso se realiza entre densos bosques de pinos y hayas, hasta que el paisaje se transforma en amplios pastizales donde se vislumbra la señalización del camino que conduce a la faja de Tormosa. A partir de ahí, el sendero se torna zigzagueante y desafiante, alcanzando el Collado de Añisclo, desde el cual se abre una vista impresionante del cañón homónimo y de imponentes picos como el Inferior de Añisclo y la Punta de las Olas. Para quienes buscan un reto mayor, es posible continuar hasta el Pico de Añisclo y, en poco tiempo, alcanzar la cima de una de las emblemáticas “Tres Marías”. Esta ruta es la muestra perfecta de la diversidad que ofrece el valle de Pineta en sus rutas más avanzadas.
¿Cómo llegar al valle de Pineta?
Llegar al Valle de Pineta es sencillo y ofrece la posibilidad de combinar la visita con otros atractivos de la región. Si partes desde Aínsa, el trayecto se realiza por la carretera A-138 en dirección a Francia, hasta arribar a la localidad de Bielsa. Una vez allí, se toma la carretera HU-V 6402, que conduce directamente al Parador Nacional de Pineta.
Justo antes de llegar al parador, se encuentra un puente a la izquierda que te permite acceder al aparcamiento y a la oficina de turismo, punto de partida ideal para explorar las múltiples rutas de senderismo por el valle de Pineta. Desde esta ubicación, se pueden empezar muchas de las excursiones que hemos ido nombrando.
¡Hora de preparar tus botas y empezar con una ruta en el Valle de Pineta!